A Peter le encanta ser adorado, humillar y usar a sus esclavos. Hacer con ellos lo que le salga del rabo. Hoy quiere que le chupen bien los pies y una buena sesio'n de sexo a pelo con su sirviente.

El Señor Yah-Jil dispone de una casa de lujo situada a las afueras de España. En ella trabaja el joven Alan, quien sirve todos los días a su dueño. En una calurosa tarde de primavera, Yah-Jil obliga a su sirvo a limpiar sus pies con la lengua. Los negocios han ido mal así que se relajará azotándole sobre la mesa como si fuese un simple objeto. Para finalizar le dará una buena mamada y follada sobre su criado y así ponerlo en su sitio.

Este pequeño gay asiático es adicto a la gran polla de este granuja. Cuando está con él, se vuelve totalmente obediente y trabaja duro con su boca para darle a los mejores gays gargantas profundas. Por supuesto, le encanta que le follen el culo apretado a pelo y que al final se lleve toda la esperma de su cara. ¡Buen chico!

Me estoy desvistiendo en el vestuario para saltar a la ducha cuando mi entrenador aparece para felicitarme por mi última actuación. No se siente incómodo en absoluto y no deja de mirarme la polla grande y sin erección. Como me gustan los treintañeros, le pregunto si quiere chuparme la polla. Después de una buena mamada, le doy vueltas, le bajo los pantalones y le deslizo la polla entre sus mejillas... ¡Qué agujero del culo!