Aday regresa con un nuevo perro esclavo para entrenar. El candidato debe obedecer todas las órdenes y estar preparado para ser utilizado como sirviente, someterse a todo tipo de humillaciones y ser tratado como un objeto sexual.
Atado, inmovilizado y en manos de un Maestro que sólo quiere disfrutar de su poder con él. Sólo una oportunidad para escapar y bajar las tablas. ¿El sumiso terminará como el Maestro de la sesión?