Cualquiera que no lo conociera mejor pensaría honestamente que la mantequilla no se derretiría en su boca, pero ya hemos visto suficiente del recién llegado cachondo, Joshua Levy, para darse cuenta de que es un joven de caliente. Lo que es más, dale una botella de aceite y parece que se entusiasma aún más, como rápidamente se hace evidente aquí. El hecho es que es un muchacho que está completamente en sintonía con su cuerpo y el placer que puede brindarle; y la adición de un poco de lubricante solo sirve para llevar sus travesuras a la estratosfera. Joder, él simplemente no puede dejar sola a esa hermosa baqueta suya; y no es de extrañar que pronto esté viviendo la fantasía de un revolcón en el sofá con el favorito de los caballos, Milan Sharp.