En esta segunda parte, el top argelino Choppeur toma el control total de Petit Seb, el ansioso bottom francés. En cuanto su ajustada ropa interior cae al suelo, Seb se inclina, listo para recibirla. La gruesa polla árabe de Choppeur, pesada, venosa y dura como una roca, se hunde en el dilatado agujero del francés Seb sin vacilar. Nada de lentitud. Nada de golpes suaves. Sólo potencia bruta y embestidas profundas e implacables. Los gemidos de Seb llenan el espacio mientras el matón árabe lo golpea con toda su fuerza, las pelotas golpeando, el culo abriéndose más con cada golpe. Está siendo utilizado como un juguete, y le encanta. Su agujero hambriento absorbe cada centímetro de la polla árabe y pide más. Al final, Choppeur se vacía por completo y Seb se queda borracho de polla, chorreando, usado y sonriendo. Vídeo de Citebeur.

Choppeur, el musculoso profesional de los deportes árabes de combate, está de vuelta en París tras un intenso viaje de entrenamiento, y tiene días de energía contenida que liberar. Esta bestia alfa es todo músculo, sudor y dominación, y hoy su objetivo es el obediente jovencito francés Petit Seb. En esta primera parte, Choppeur toma el control desde el principio, follando a Seb hasta la garganta con fuerza y profundidad hasta que puede aguantarlo todo sin arcadas. Le agarra la cabeza, le mete su gruesa polla hasta la garganta y le hace obedecer como un auténtico sumiso. Con una intensidad cruda y una energía dominante, esto es sólo el calentamiento para lo que vendrá después. La verdadera follada comienza en la segunda parte de este porno árabe y francés.

A Juan Florian no le gusta el romanticismo ni la delicadeza. Le gustan los tíos que se dejan llevar, que se toman el tiempo de chuparle la polla, que obedecen sus órdenes, que le lamen los pies, que les gusta oler su sudor, sus huevos. En dos palabras, los tipos que dan su culo sin ser exigentes. Y aquí estamos, hoy va a pasar otra buena tarde con uno de sus botarates favoritos que viene regularmente a satisfacer sus ansias de macho joven. "Mírame cuando me la chupas", le dice el joven, luego lo coge por el pelo y empuja la boca del tipo sobre su polla. Has venido a servir al jefe, ¡te hará la fiesta!