El descubrimiento de una cruz con ataduras pervertidas y las herramientas para disfrutar el uno del otro como es debido hace que los amigos Tommy y Sergei no puedan resistir la tentación de hacer uso de la zona de juegos. Los gritos de angustia de Tommy no se oyen más allá de las paredes mientras Sergei le azota el culo desnudo, pero aunque pronto se pone rojo y dolorido, el sabor de la polla de su amigo lo calma cuando lo suelta. El culo del chico se ha ablandado lo suficiente como para que Sergei se deslice con facilidad, llenando a su amigo con su carne dura mientras Tommy cabalga su longitud desnuda obedientemente, saboreando el semen desordenado bombeando sobre su cara bonita mientras que él chorrea su propia crema sobre el suelo sucio.