La práctica de béisbol ha terminado y de vuelta en el vestuario, Austin Wolf está sentado en un banco viendo Sean Maygers despojarse de su suspensorio sudoroso. Austin se acerca a Sean y lo somete de rodillas mientras le presenta su abultado paquete. Sean sabe que está más allá de la tercera base y se pone duro casi al instante cuando mete la mano en la bolsa de Austin y encuentra una polla grande y gruesa. Austin le penetra la garganta mojada a Sean y cuando los dos sementales ya no pueden más, Austin dobla a Sean para comerle el culo. Se abre el deportista mendigando con la lengua y los dedos para prepararlo para su babosa de espesor. Sean no puede esperar a tener Austin dentro de él y se abre de par en par para su compañero de equipo para hacer lo suyo. Austin entra en Sean desde atrás y va directo al grano con una paliza dura y constante que deja el banquillo de Sean destrozado. Sean lo quiere aún más duro y después de subirse encima y cabalgar al musculoso semental, se tumba en el banquillo para dejar que Austin le taladre el agujero por última vez. Con Austin todavía deslizándose dentro y fuera de él, Sean estalla su carga sobre sus propios abdominales brillantes. Austin está listo para correrse también y se saca para explotar uno fuera del parque. Es un home run que deja a los dos atletas temblando, jadeando y mojados de sudor y esperma.

Los jugadores de lacrosse Sean Maygers y Ryan Rose no necesitan espectadores para llevar su competición al siguiente nivel. Con las gradas vacías y sus pollas duras, se ponen abajo y sucios cuando sus protuberancias consiguen un encuentro y saludan a través de sus uniformes sudorosos. Ryan no puede controlar sus impulsos y se pone de rodillas frente a la gruesa polla de Sean. Sean felizmente abastece a los caprichos de Ryan y la cara folla el semental ansioso por ir pubis profundamente en su garganta estirada. Ryan mantiene un ritmo constante hasta que Sean quiere entrar en la acción. Sean prueba la polla palpitante de Ryan antes de inclinarse sobre él para comerle el culo. El sabor del dulce agujero de Ryan mantiene a Sean duro como una roca, y con nada más que saliva como lubricante, Sean embiste su polla en el culo ansioso de Ryan. Toca al jadeante semental con su enorme palo hasta que decide que es hora de conseguir un poco de polla para sí mismo. Ryan se sienta y deja que Sean se deslice sobre su polla lubricada. Sean hace todo el trabajo y monta a Ryan arriba y abajo, tomandolo profundamente en su culo mientras su polla se mueve hacia adelante y hacia atras. Sean es el primero en estallar su carga y lo deja ir en la mano de Ryan que utiliza rápidamente la carga caliente fresco como lubricante para conseguir a sí mismo fuera. Ryan suelta un último gemido gutural y deja que el semen vuele por toda la polla de Sean, que sigue goteando.