¿Quieres correrte, pequeño esclavo? ¿Tu inútil polla necesita atención? Eso es lo que se supone que vas a conseguir. Te vendaré los brazos y las piernas, te vendaré los ojos y te abriré el culo con un consolador gigante. Tus bolas hinchadas llegarán a sentir mi mano. Y tu polla mojada y chorreante será trabajada hasta que todo tu semen salga a chorros y grites mientras yo continúo masturbándote sin piedad.