La práctica de béisbol ha terminado y de vuelta en el vestuario, Austin Wolf está sentado en un banco viendo Sean Maygers despojarse de su suspensorio sudoroso. Austin se acerca a Sean y lo somete de rodillas mientras le presenta su abultado paquete. Sean sabe que está más allá de la tercera base y se pone duro casi al instante cuando mete la mano en la bolsa de Austin y encuentra una polla grande y gruesa. Austin le penetra la garganta mojada a Sean y cuando los dos sementales ya no pueden más, Austin dobla a Sean para comerle el culo. Se abre el deportista mendigando con la lengua y los dedos para prepararlo para su babosa de espesor. Sean no puede esperar a tener Austin dentro de él y se abre de par en par para su compañero de equipo para hacer lo suyo. Austin entra en Sean desde atrás y va directo al grano con una paliza dura y constante que deja el banquillo de Sean destrozado. Sean lo quiere aún más duro y después de subirse encima y cabalgar al musculoso semental, se tumba en el banquillo para dejar que Austin le taladre el agujero por última vez. Con Austin todavía deslizándose dentro y fuera de él, Sean estalla su carga sobre sus propios abdominales brillantes. Austin está listo para correrse también y se saca para explotar uno fuera del parque. Es un home run que deja a los dos atletas temblando, jadeando y mojados de sudor y esperma.